Es un proyecto realizado por Richard Rogers en Berlín.
Según el pliego de condiciones, el proyecto debía combinar espacios para oficinas, viviendas y comercios. El complejo residencial ocupa los niveles superiores del edificio B8, uno de los tres bloques que componen el proyecto. Richard Rogers Partnership decidió abrir el lado sudoriental de los bloques, dando al edificio una forma que permite la entrada de luz a los patios y espacios interiores.
Las viviendas están distribuidas en torno a un patio con terrazas y jardines. Todos los apartamentos disfrutan de vistas al parque cercano. Uno de los principales objetivos del diseño
fue crear edificios innovadores y con un bajo consumo energético que, al mismo tiempo,
ofrecieran un elevado nivel de confort. Se analizó la radiación solar y la luz natural
que recibía cada fachada y se desarrollaron soluciones para reducir al mínimo el uso de
energía.
La orientación sudeste de los bloques de viviendas permite aumentar al máximo la penetración de la luz solar en los patios y espacios residenciales. Las zonas acristaladas de las fachadas nordeste y noroeste son relativamente pequeñas, lo que reduce la pérdida de calor durante los
meses de invierno. La elevada proporción de acristalamiento en las fachadas sudoeste y sudeste crea una jerarquía de espacios en la que las zonas residenciales se abren al patio, mientras que la mayor parte de los dormitorios se sitúan en los lados nordeste / noroeste. La energía solar se puede aprovechar al máximo gracias a los jardines de invierno que hay en los lados sudoeste y sudeste, que actúan como acumuladores del calor del sol. Para ventilar o calentar los espacios
residenciales durante el invierno se utiliza aire precalentado, mientras que en verano se evita el calentamiento excesivo mediante persianas de aluminio que se mueven sobre carriles deslizantes.
Los áticos de dos alturas están totalmente acristalados por el lado del patio. El sistema de acristalamiento se apoya en una estructura de acero rellena de agua que actúa como radiador durante el invierno. En verano, las ventanas y los parasoles eléctricos reducen el aumento de
temperatura causado por el sol y aumentan la ventilación natural.
Las viviendas están distribuidas en torno a un patio con terrazas y jardines. Todos los apartamentos disfrutan de vistas al parque cercano. Uno de los principales objetivos del diseño
fue crear edificios innovadores y con un bajo consumo energético que, al mismo tiempo,
ofrecieran un elevado nivel de confort. Se analizó la radiación solar y la luz natural
que recibía cada fachada y se desarrollaron soluciones para reducir al mínimo el uso de
energía.
La orientación sudeste de los bloques de viviendas permite aumentar al máximo la penetración de la luz solar en los patios y espacios residenciales. Las zonas acristaladas de las fachadas nordeste y noroeste son relativamente pequeñas, lo que reduce la pérdida de calor durante los
meses de invierno. La elevada proporción de acristalamiento en las fachadas sudoeste y sudeste crea una jerarquía de espacios en la que las zonas residenciales se abren al patio, mientras que la mayor parte de los dormitorios se sitúan en los lados nordeste / noroeste. La energía solar se puede aprovechar al máximo gracias a los jardines de invierno que hay en los lados sudoeste y sudeste, que actúan como acumuladores del calor del sol. Para ventilar o calentar los espacios
residenciales durante el invierno se utiliza aire precalentado, mientras que en verano se evita el calentamiento excesivo mediante persianas de aluminio que se mueven sobre carriles deslizantes.
Los áticos de dos alturas están totalmente acristalados por el lado del patio. El sistema de acristalamiento se apoya en una estructura de acero rellena de agua que actúa como radiador durante el invierno. En verano, las ventanas y los parasoles eléctricos reducen el aumento de
temperatura causado por el sol y aumentan la ventilación natural.
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